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AUSTIN, (ESTADOS UNIDOS), 28 Mar. (Reuters/EP) -
El estado de Texas ha ejecutado este jueves a Anthony Doyle, de 29 años, condenado a muerte en 2003 por asesinar a una repartidora de comida de origen surcoreano con un bate de béisbol, meter su cuerpo en un cubo de la basura y robarle el coche.
Doyle ha sido declarado muerto a las 18.49 horas (hora local) en la cámara de ejecuciones de la prisión de Huntsville, en Texas, después de recibir una inyección letal. El convicto no quiso hacer una última declaración, según ha confirmado un portavoz del Departamento de Justicia local.
De esta forma, Texas mantiene un ritmo de ejecuciones constantes mientras que otros estados han tenido que posponer penas de muerte porque no pueden obtener los medicamentos utilizados en las inyecciones letales. Las empresas farmacéuticas, la mayoría de ellas europeas, han impuesto prohibiciones de venta tras oponerse a este uso.
Texas, que ha ejecutado a más personas que cualquier otro estado desde que la Corte Suprema de Estados Unidos restableciese la pena de muerte en 1976, habría obtenido un nuevo lote de pentobarbital, un compuesto utilizado en las inyecciones letales. Sin embargo, el estado no ha revelado el nombre de su nuevo proveedor.
Texas tiene previsto ejecutar a cinco reclusos más de aquí a finales de mayo, según ha informado el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, una organización sin ánimo de lucro que supervisa la pena capital.