"Ha sido un año terrible para los principios consagrados en la Carta de Naciones Unidas", lamenta
NUEVA YORK, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha apelado este miércoles al "deber" de los Estados miembro de la organización para hacer frente a las crisis que afectan actualmente al mundo, toda vez que "el horizonte de esperanza se ha oscurecido" en el último año, con atrocidades que van desde decapitaciones de Estado Islámico a ataques contra instalaciones de la ONU.
"Este año, el horizonte de esperanza se ha oscurecido", ha dicho Ban en la apertura del sexuagésimo noveno debate de la Asamblea General de la ONU, que reúne a decenas de dirigentes internacionales. "Ha sido un año terrible para los principios consagrados en la Carta de Naciones Unidas", ha añadido.
Ban Ki Moon ha citado como ejemplos de este empeoramiento la "vuelta" de las políticas de la Guerra Fría o el descarrilamiento de parte de los procesos democráticos abiertos en 2011 en el marco de la Primavera Árabe. También ha advertido de que "nunca antes desde la Segunda Guerra Mundial se habían registrado tantos refugiados, desplazados y solicitantes de asilo".
El máximo responsable de Naciones Unidas ha apelado al "deber" de la organización y de sus Estados miembros para responder a este "año terrible", en el que ha habido "desde barriles bomba a decapitaciones, desde hambruna deliberada a asaltos a hospitales, refugios y convoyes de la ONU".
El actual contexto requiere, a juicio de Ban, "unidad" del Consejo de Seguridad, toda vez que las divisiones han permitido, por ejemplo, un "grave sufrimiento humano" en zonas de conflicto como Siria y la "pérdida de credibilidad" de la organización. "La Asamblea General debe también asumir sus responsabilidades y desempeñar su papel", ha apostillado, si bien es el Consejo el principal órgano de toma de decisiones.
AMENAZA INTERNACIONAL
Durante su discurso, Ban ha citado las situaciones en la Franja de Gaza, Ucrania, Sudán del Sur, el Sahel, Nigeria y Somalia, entre otros, como los desafíos a los que tiene que hacer frente la comunidad internacional.
En el caso concreto de Irak y Siria, escenario de una ofensiva de grupos islamistas, Ban ha advertido de que "los grupos extremistas suponen una clara amenaza para la seguridad y la paz internacionales" y ha reclamado una "respuesta internacional multidisciplinar", sin referirse expresamente a los últimas operaciones lanzadas sobre el terreno.
Ban ha mencionado, asimismo, la "crisis sin precedentes" que atraviesa África occidental por el mayor brote de ébola de la historia, que ya ha dejado casi 3.000 muertos desde marzo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para hacer frente al brote hacen falta, según Ban, no sólo recursos económicos, humanos y técnicos, sino también "luchar contra el virus del miedo y la desinformación".
"Prohibir los viajes o el transporte no impedirá que el ébola no salga, pero sí evitará que el personal y los suministros médicos no puedan entrar. Necesitamos aislar a las personas afectadas por el ébola, no a los países que luchan para contenerlo", ha defendido Ban Ki Moon.
Por otra parte, el secretario general de la ONU ha repasado toros desafíos ambiciosos a medio plazo como la promoción de la igualdad entre sexos, la defensa de los Derechos Humanos o los compromisos en torno al clima, un reto este último en el que ha vuelto a llamar al consenso. "Debemos lograr un acuerdo significativo y universal en Lima el próximo diciembre y en París el año que viene", ha subrayado, tras recordar las últimas marchas multitudinarias celebradas en las principales ciudades.