Actualizado 20/05/2014 15:04

Santos: "Cesar el fuego con las FARC prolongaría la guerra"

 

     BOGOTÁ, 20 May. (EUROPA PRESS) -

   El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha insistido este martes en que "cesar el fuego con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) prolongaría la guerra", en su primera respuesta a la tregua unilateral que esta guerrilla y la del Ejército de Liberación Nacional (ELN) han declarado.

   "Quiero terminar esta guerra lo más pronto posible y por eso no he permitido un cese al fuego, porque prolongaría la confrontación y sería un incentivo perverso con unas FARC en el mejor de los mundos: dialogando, armadas y sin presión militar", ha explicado.

   Santos ha reiterado --en un encuentro digital organizado por el diario colombiano 'El Tiempo'-- que, a pesar de las dificultades que suponen las negociaciones en La Habana, "no se puede perder esta oportunidad de oro, la última para conseguir la paz".

   Son las primeras declaraciones que hace Santos sobre el alto el fuego que FARC y ELN declararon el pasado viernes para evitar las "perturbaciones" en las elecciones presidenciales, a pesar de que las guerrillas no creen en el régimen electoral colombiano.

   El alto el fuego de la insurgencia estará vigente desde este martes hasta la medianoche del miércoles 28 de mayo, lo que incluye la primera vuelta electoral, prevista para el próximo domingo, pero deja fuera la segunda, para el 15 de junio.

   Se trata de la tercera tregua de las FARC desde el inicio del diálogo de paz con el Gobierno. Las dos anteriores fueron con motivo de las fiestas navideñas de 2012 y 2013 y para facilitar las negociaciones en La Habana.

   Santos siempre ha dado la bienvenida al alto el fuego unilateral de las FARC, pero nunca se ha sumado a él, argumentando que, tal y como pasó con la zona de distensión del Caguán durante el Gobierno de Andrés Pastrana, una tregua bilateral serviría para fortalecer a la guerrilla.

DIÁLOGO DE PAZ

   Desde el 8 de octubre y el 19 de noviembre de 2012 en Oslo y La Habana, respectivamente, Gobierno y FARC llevan a cabo un diálogo de paz basado en una agenda de seis puntos para poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado, en las que han muerto 600.000 personas.

   Tras seis meses de intensas negociaciones, finalmente el pasado 26 de mayo las partes pactaron sobre desarrollo agrario y rural, el primer punto de la agenda y el más importante para la guerrilla, ya que sobre él pivota toda su lucha armada.

   El segundo acuerdo del proceso de paz llegó el pasado 6 de noviembre, sobre participación política. Los puntos clave son el compromiso para crear un estatuto de la oposición, que establezca sus derechos, deberes y garantías, y una reforma electoral, que incluye circunscripciones transitorias.

   A ellos se suma un tercer acuerdo alcanzado el pasado viernes sobre el problema de los cultivos de drogas ilícitas, por el cual las FARC se han comprometido a romper todos sus vínculos con el narcotráfico, una de sus principales fuentes de financiación.

   Una vez sellado este último punto, las partes iniciarán las conversaciones sobre el abandono de las armas, tema al que seguirán la reparación de las víctimas y el mecanismo de refrendación del acuerdo final de paz.