Publicado 22/02/2025 03:06

Alemania.- Alemania se dirige este domingo a las urnas bajo la sombra de la ultraderecha

Imagen de archivo de carteles a favor de los candidatos a la Cancillería de los conservadores y los socialdemócratas en una calle de Alemania.
Imagen de archivo de carteles a favor de los candidatos a la Cancillería de los conservadores y los socialdemócratas en una calle de Alemania. - Europa Press/Contacto/Alex Gottschalk/Defodi Image

Merz se muestra dispuesto a un pacto con los socialdemócratas si Scholz cede en materia migratoria

El país llega a la cita electoral con la ardua tarea de propiciar el crecimiento económico tras años de crisis

MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los alemanes se dirigen este domingo a las urnas para votar en unas elecciones federales anticipadas que llegan en un momento clave para el país, que tendrá que enfrentarse a la ardua tarea de paliar la crisis económica y poner fin a la polémica cuestión migratoria a medida que se va consolidando el ascenso de la ultraderecha.

Los comicios, convocados tras la caída del Gobierno a raíz de la salida de la coalición del Partido Liberal, arrancarán así con el bloque conservador de la Unión Democristiana/Unión Social Cristiana (CDU/CSU) como principal favorito para hacerse con la victoria con cerca del 30 por ciento de los votos, seguido por la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que ha logrado durante el último año sacar rédito de los problemas y desafíos a los que se ha enfrentado el Gobierno de Olaf Scholz.

El Partido Socialdemócrata (SPD) llega de esta forma a la cita con la esperanza de lograr una remontada --como ya sucedió en los anteriores comicios de 2021, donde los socialdemócratas acabaron encumbrados de forma sorpresiva-- pero significativamente debilitado tras un mandato que ha pasado por momentos complicados, especialmente en lo referente a la recesión y la invasión rusa de Ucrania.

A este desgaste, al que el propio Scholz ha decidido no hacer mucho caso, se suma la crisis de identidad de un partido que ha ido endureciendo su propia visión migratoria sin ceder a las presiones ejercidas desde el bloque conservador encabezado por Friedrich Merz, que busca medidas más contundentes para reducir la entrada de migrantes al territorio alemán.

El último debate entre las partes, de hecho, muestra un posible acercamiento entre conservadores y socialdemócratas para dar forma a una futura coalición que deje fuera a la AfD, siempre y cuando el partido de Scholz --que insiste en respetar el "derecho europeo"-- ceda en la cuestión migratoria y se sume a las políticas impulsadas por Merz.

El veterano de la CDU, descrito por su entorno como una persona "recta", aspira ahora a obtener los apoyos suficientes para gobernar Alemania con una imagen y un discurso basados en los valores más conservadores del histórico partido alemán.

Ambos dirigentes siguen apostando, no obstante, por mantener el cordón sanitario a la formación de extrema derecha, que busca sacar rédito del aumento de la polarización social en Alemania y apuesta por incrementar los controles fronterizos y acelerar las deportaciones en nombra de la "seguridad".

El aumento de la popularidad de la AfD ha reabierto debates sobres cuestiones como el pasado histórico del país, la migración, la economía y las relaciones con Rusia, al tiempo que ha hecho saltar las alarmas, especialmente tras la victoria de la AfD en las elecciones locales celebradas en 2024 en Turingia, que se convirtió en el primer estado federado en apostar por la ultraderecha desde la Segunda Guerra Mundial.

El problema migratorio sigue siendo una de las principales preocupaciones para el electorado alemán, tal y como señalan las encuestas, si bien desde Berlín han insistido en que la mano de obra extranjera cualificada sigue siendo necesaria para suplir los agujeros del mercado laboral a medida que la población envejece, una situación que se puede extrapolar a otros países de la Unión Europea.

Sin embargo, la oposición, con el respaldo de la ultraderecha, se ha venido apoyando durante los últimos meses en los ataques perpetrados en suelo alemán para impulsar medidas más duras contra los migrantes. El candidato de la CDU ha hecho de esta una de las piedras angulares de sus propuestas políticas en un intento por acaparar a los electores situados ideológicamente más a la derecha, especialmente tras el ataque con cuchillo en el que murieron un hombre y un niño de dos años en la ciudad de Aschaffenburg a finales de enero.

A pesar del aumento de la violencia política y el auge de la extrema derecha, miles de personas decidieron salir a la calle en Berlín hace tan solo una semana para protestar contra los partidos más conservadores ante el temor de una "repetición" de lo sucedido en los años 30, cuando el dictador Adolf Hitler llegó al poder.

CUESTIÓN ECONÓMICA

La crisis económica funciona ahora como telón de fondo de esta contienda política, si bien el apoyo a los conservadores apenas se ha movido en las encuestas desde que en noviembre de 2024 Scholz disolviera el Parlamento y convocara las elecciones. En este sentido, la candidata de la AfD, Alice Weidel, que cuenta con el espaldarazo publicitario del multimillonario estadounidense Elon Musk y se haría con el 20 por ciento de los votos, por delante del SPD, que parte en tercera posición con 16 puntos porcentuales.

Por detrás se sitúan los Verdes y La Izquierda (Die Linke), con cerca del 13 y el 7 por ciento de las papeletas, respectivamente, según indican las últimas encuestas de intención de voto.

A pesar de partir desde el primer puesto, todo apunta a que la CDU tendrá que enfrentarse a las dudas del electorado, que ha ido retirando su apoyo durante los últimos años después de que las primeras encuestas situaran al partido como el claro vencedor. Merz deberá tender puentes con otros partidos si quiere alcanzar por fin la cancillería.

Tras dos años de fuerte recesión, debido en parte a los problemas sufridos por la industria automovilística, que hace frente a la fuerte competencia del sector chino, así como a los aumentos del precio de la energía, el ganador que emane de las elecciones de mañana tendrá que buscar una fórmula que permita frenar la caída del PIB y fomentar las inversiones y la contratación de trabajadores cualificados.

Aunque la confianza de los inversores alemanes parece haber mejorado de cara a los comicios, el país ha rechazado aumentar la deuda para gastar más en defensa y el presidente del Banco Federal Alemán (Bundesbank), Joachim Nagel, ha alertado del riesgo que representan para la economía del país los aranceles que pretende imponer la Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El nuevo gobierno alemán tendrá que hacer frente a estos desafíos y a una situación sin precedentes: deberá jerarquizar sus prioridades en materia de política exterior ahora que Estados Unidos parece amenazar con dar la espalda a Europa, a la que exige llegar al 3 por ciento del PIB en lo referente al gasto en materia de defensa.

Contador