MADRID 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado "enérgicamente" el atentado perpetrado el martes en la parte de la región de Cachemira bajo administración india, que se saldó con la muerte de al menos 26 personas, y ha condenado "todo" acto terrorista, exigiendo que los responsables rindan cuentas ante la Justicia.
"El terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más graves a la paz y la seguridad internacionales. Los miembros del Consejo de Seguridad subrayaron la necesidad de exigir responsabilidades a los autores, organizadores, financiadores y patrocinadores de este reprensible acto de terrorismo y llevarlos ante la justicia", ha expresado el organismo en un comunicado compartido este viernes.
Desde el Consejo han instado, asimismo, a "todos los Estados" a colaborar "activamente" con las autoridades encargadas de investigar el suceso, cumpliendo así "con sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad".
Por último, la institución ha extendido su condena a "todo acto de terrorismo", tildando este comportamiento de "criminal e injustificable, independientemente de su motivación y de dónde, cuándo o por quién se cometa".
En esta línea, los miembros del Consejo han insistido en "la necesidad de que todos los Estados combatan por todos los medios (...) las amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas".
Estas declaraciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas hacen referencia a un atentado registrado el martes en una zona turística en la parte de la región de Cachemira bajo administración india, que ha supuesto un rápido repunte de las tensiones entre India y Pakistán, que se disputan el control del territorio, y ha hecho temer una escalada militar entre las dos potencias nucleares.
El ataque fue ejecutado por milicianos del Frente de Resistencia, una organización creada en 2019 y vinculada al grupo armado islamista Lashkar-e-Taiba (LeT), contra personas que realizaban turismo en Pahalgam, un destino popular en la Cachemira india, matando a 25 indios y un nepalí.
La situación llevó a Nueva Delhi a revocar los visados emitidos a paquistaníes y a reducir su personal en la Embajada en Pakistán y el número de diplomáticos paquistaníes en India, unas acciones tildadas de "irresponsables" por Islamabad, que ha procedido a cancelar los visados concedidos a ciudadanos indios, suspender el comercio con el país vecino y cerrar su espacio aéreo.
Asimismo, el Senado de Pakistán ha aprobado este viernes de forma unánime una resolución rechazando las acusaciones desde India, que describe como parte de "campaña orquestada y de mala fe", un texto que además subraya que Islamabad "condena el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones".