PANAMA, 31 Mar (EUROPA PRESS)
El expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014) ha seguido siendo centro de atención luego de que el Gobierno de Panamá anunciara este domingo que ha concedido un salvoconducto al exmandatario, permitiéndole viajar a Nicaragua donde obtuvo asilo político. Esto ocurre a pesar de una alerta roja de Interpol en su contra, ante lo cual, las autoridades panameñas aseguran que "ninguna alerta roja" puede obstruir su partida gracias a las normativas de Derecho Internacional que tienen prioridad en este caso.
Desde el Ministerio de Exteriores se comunicó que el salvoconducto "se otorgó en aplicación de normas convencionales de Derecho Internacional, las cuales prevalecen sobre el accionar de las autoridades de Policía en este caso". Esto implica que Martinelli puede viajar sin impedimentos a Nicaragua, el país que le brindó asilo, aún con la alerta roja vigente.
La situación de Martinelli despierta interés debido a sus pasados enfrentamientos legales dentro de Panamá, donde recientemente fue condenado por delitos de blanqueo de capitales. Además, se enfrenta a una multa de 19.2 millones de dólares y a la prohibición constitucional de volver a ocupar la presidencia del país. A esto se añade un juicio pendiente relacionado con supuestos sobornos de la constructora Odebrecht.
El procedimiento para otorgar el salvoconducto fue justificado por el gobierno "por causas estrictamente humanitarias". Martinelli, tras este permiso, denunció que fuerzas de seguridad rodearon el edificio de la Embajada de Nicaragua, lugar desde donde solicitó asilo al considerarse perseguido por motivos políticos.
Este caso complejiza el panorama político y legal panameño, mostrando las tensiones existentes entre los mecanismos internacionales de justicia y las prerrogativas de asilo político ofrecidas por otros países. Además, resalta la continúa polémica figura de Martinelli en el escenario político panameño y su influencia en las relaciones internacionales de la región.