Publicado 08/01/2025 05:39

Desconecta.- Así es "el pueblo más bonito para visitar en enero de 2025" según National Geographic: nieve, luces y turrón

La Alberca, Salamanca.
La Alberca, Salamanca. - WIKIMEDIA COMMONS

MADRID 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

Viajar en enero puede parecer un desafío para muchos: el clima invernal se mantiene firme, la rutina comienza a imponerse tras el fin de las fiestas y la cuesta de enero comienza a pesar. Sin embargo, este mes también representa una oportunidad perfecta para descubrir nuevos destinos, explorar rincones con encanto y disfrutar de un turismo más tranquilo, lejos de las aglomeraciones habituales.

En este sentido, National Geographic ha catalogado un municipio de Castilla y León como el "pueblo más bonito al que viajar en enero de 2025" y la propuesta "amenaza" con hacer las delicias de aquellos que aún se resisten a despedirse del espíritu navideño.

Se trata de La Alberca, un pequeño pueblo ubicado en pleno corazón de la Sierra de Francia, a poco más de 70 kilómetros de Salamanca, que destaca por ofrecer una experiencia que combina historia, gastronomía y naturaleza. Según la prestigiosa revista de viajes, este destino salmantino reúne cinco razones irresistibles que lo convierten en una parada obligatoria este inicio de año.

ILUMINACIÓN MÁGICA

Hasta el 20 de enero, La Alberca conserva su alumbrado navideño, el mismo que le hizo ganar en 2023 el premio Juntos Brillamos Más otorgado por Ferrero Rocher. Sus calles adoquinadas y su arquitectura tradicional lucen aún más bajo estas luces, que prolongan el espíritu festivo más allá del fin de las fiestas oficiales.

TURRÓN TODO EL AÑO

En la plaza Mayor del pueblo, las turroneras perpetúan una tradición que va mucho más allá de la Navidad. Aquí, el turrón no solo se consume en diciembre, sino durante todo el año. Los puestos locales ofrecen variedades clásicas y sabores innovadores, además de otros productos típicos como miel, perfectos para llevarse un recuerdo de la visita.

PAISAJES NEVADOS

El invierno es una de las mejores estaciones para visitar La Alberca, no solo por su encanto propio, sino por las nevadas que cubren tanto el pueblo como los alrededores de la Sierra de Francia. Además está relativamente cerca de la estación de esquí La Covatilla, ideal para quienes busquen actividades al aire libre.

LA TRADICIÓN DE SAN ANTÓN

San Antón en La Alberca es sinónimo de una de las tradiciones más emblemáticas del lugar, y también es una razón para visitarlo en enero. Cada año, en honor a este santo, que se celebra el 17 de enero, el pueblo celebra un sorteo solidario del marrano de San Antón, una fiesta con más de cinco siglos de vida en la que el agraciado puede llevarse un cerdo, que se puede quedar o intercambiar por productos de cerdo ya manufacturados.

HEDONISMO INVERNAL

Para quienes prefieren una escapada de relax, La Alberca también ofrece opciones como el Hotel SPA Abadía de los Templarios, donde es posible desconectar mientras se disfruta de la gastronomía local. Desde embutidos ibéricos hasta guisos tradicionales, la cocina de la provincia de Salamanca es otro de los grandes atractivos de este destino.

UN PUEBLO CON HISTORIA Y CARÁCTER

Más allá de estos cinco motivos, La Alberca destaca por poseer un legado histórico y cultural único. En 1940, fue declarado el primer Conjunto Histórico-Artístico de España, un reconocimiento que pone en valor su singular arquitectura popular, caracterizada por fachadas de adobe, granito y madera. Según National Geographic, pasear por sus calles "es como retroceder en el tiempo", con la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVIII, diseñada por Manuel de Lara Churriguera, como uno de sus principales monumentos.

Sus tradiciones también refuerzan su atractivo. Costumbres únicas como la Moza de las Ánimas, que recorre cada noche las calles con un cencerro para recordar a las almas del purgatorio, o el Museo del Traje Típico Albercano, que conserva la esencia de la vida cotidiana de antaño, convierten a La Alberca en un destino que trasciende lo meramente visual para ofrecer una experiencia cultural auténtica.

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