Publicado 22/01/2025 12:30

Un pequeño objeto cerca de la Tierra se identifica como roca lunar

Normalmente, los asteroides,  se originan en el cinturón de asteroides principal, entre las órbitas de Marte y Júpiter, pero una pequeña población de objetos cercanos a la Tierra también puede provenir de escombros eyectados por impactos en la Luna
Normalmente, los asteroides, se originan en el cinturón de asteroides principal, entre las órbitas de Marte y Júpiter, pero una pequeña población de objetos cercanos a la Tierra también puede provenir de escombros eyectados por impactos en la Luna - NASA/JPL-CALTECH

   MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El pequeño objeto 2024 PT5, descubierto el año pasado cerca de la Tierra pero sin orbitarla, probablemente fue expulsado al espacio tras un impacto en la Luna hace miles de años.

   Como se describe en un estudio publicado en Astrophysical Journal Letters, investigadores han recopilado más evidencia de que 2024 PT5 --que mide unos 10 metros de ancho-- es de origen local: parece estar compuesto de roca desprendida de la superficie de la Luna y expulsada al espacio después de un gran impacto.

   "Teníamos una idea general de que este asteroide podría haber venido de la Luna, pero la prueba irrefutable fue cuando descubrimos que era rico en minerales de silicato, no del tipo que se ve en los asteroides, sino de los que se han encontrado en muestras de rocas lunares", dijo en un comunicado Teddy Kareta, astrónomo del Observatorio Lowell en Arizona, quien dirigió la investigación. "Parece que no ha estado en el espacio durante mucho tiempo, tal vez solo unos pocos miles de años más o menos, ya que hay una falta de erosión espacial que habría provocado que su espectro se enrojeciera".

   El asteroide fue detectado por primera vez el 7 de agosto de 2024 por el telescopio Sutherland, Sudáfrica, financiado por la NASA, del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) de la Universidad de Hawái. El equipo de Kareta utilizó entonces observaciones del Telescopio de Descubrimiento Lowell y del Telescopio Infrarrojo de la NASA (IRTF) en el Observatorio Mauna Kea en Hawái para demostrar que el espectro de la luz solar reflejada por la superficie del pequeño objeto no coincidía con el de ningún tipo de asteroide conocido; en cambio, la luz reflejada coincidía más estrechamente con la roca de la Luna.

   Una segunda pista surgió al observar cómo se mueve el objeto. Junto con los asteroides, también se pueden encontrar desechos de la Era Espacial, como viejos cohetes de lanzamientos históricos, en órbitas similares a la de la Tierra.

   La diferencia en sus órbitas tiene que ver con cómo cada tipo responde a la presión de la radiación solar, que proviene del impulso de los fotones (partículas cuánticas de luz del Sol) que ejercen una fuerza minúscula cuando golpean un objeto sólido en el espacio. Este intercambio de impulso de muchos fotones a lo largo del tiempo puede empujar un objeto de un lado a otro muy levemente, acelerándolo o ralentizándolo. Mientras que un objeto creado por el ser humano, como un cohete propulsor hueco, se moverá como una lata vacía en el viento, un objeto natural, como un asteroide, se verá mucho menos afectado.

   Para descartar que 2024 PT5 sea basura espacial, los científicos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA, que está gestionado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la agencia en el sur de California, analizaron su movimiento. Sus cálculos precisos del movimiento del objeto bajo la fuerza de la gravedad finalmente les permitieron buscar movimiento adicional causado por la presión de la radiación solar. En este caso, se descubrió que los efectos eran demasiado pequeños para que el objeto fuera artificial, lo que demuestra que lo más probable es que 2024 PT5 sea de origen natural.

   "Los desechos espaciales y las rocas espaciales se mueven de forma ligeramente diferente en el espacio", dijo Oscar Fuentes-Muñoz, coautor del estudio y becario postdoctoral de la NASA en el JPL que trabaja con el equipo del CNEOS. "Los desechos creados por el hombre suelen ser relativamente ligeros y se desplazan por la presión de la luz solar. El hecho de que 2024 PT5 no se mueva en esta dirección indica que es mucho más denso que los desechos espaciales".

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