MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El uso de láminas de plástico para el control de malezas, incluso con las mejores prácticas de gestión, contamina el suelo con macro y microplásticos y afecta negativamente a funciones críticas del suelo.
Es la conclusión de un estudio realizado por Ekta Tiwari y Seeta Sistla, de la California Polytechnic State University, que tomaron muestras de 12 campos agrícolas en la Costa Central de California. Se publicó en PNAS Nexus.
En todo el mundo, más de 10 millones de hectáreas de tierras agrícolas se cubren estacionalmente con películas de plástico opacas que se utilizan como "mantillo" para evitar las malezas, retener la humedad y calentar el suelo, una práctica conocida como "plasticultura". La mayoría de los estudios han evaluado los impactos de la contaminación del suelo por acolchado de plástico utilizando modelos basados en laboratorio o en parcelas experimentales.
Para el nuevo estudio se inspeccionaron los campos después de que se hubiera retirado cuidadosamente el acolchado de plástico para la temporada, una "mejor práctica" para reducir la contaminación plástica en los campos. Sin embargo, todos los campos estudiados presentaban contaminación plástica y los autores encontraron hasta 25 kg de residuos macroplásticos por hectárea, cubriendo hasta el 3,4% de la superficie del campo. También se encontraron microplásticos en todos los campos y las concentraciones de microplásticos se correlacionaron positivamente con las concentraciones de macroplásticos.
Las características clave de la salud del suelo se correlacionaron negativamente con la acumulación de macroplásticos incluso a niveles de contaminación relativamente bajos, mientras que no se detectaron relaciones con la contaminación por microplásticos. Por lo tanto, las "mejores prácticas" actuales están causando efectos sutiles pero nocivos para el suelo.
Debido a que el uso de película plástica se está expandiendo rápidamente a nivel mundial, los autores sugieren explorar una alternativa biodegradable y sin plástico para limitar la amenaza a la función del suelo y la productividad agrícola causada por la acumulación incesante de plástico.